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Sal marina de Fuerteventura. Producto de una Reserva de la Biosfera.
La marca "Sal Marina de Canarias® o "SAL Marina de Canarias" está registrada en el Registro Nacional de Patentes y Marcas. El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), organismo autónomo creado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, ha pretendido obtener una Denominación de Origen protegida.

Desde el siglo XVIII, Fuerteventura es proveedora de uno de los productos de la vida cotidiana. La sal. Hoy en día, el pueblo de "Las Salinas" extrae sal marina de unos 800to. anuales. Es un lugar prometedor que atrae con un museo de la sal marina al aire libre, un restaurante con una tienda de venta contigua, maravillosas terrazas y unas salinas con un trazado impresionante que hacen que sea un día de paseo muy especial. Explore las "Salinas del Carmen" y encuentre una deliciosa sal marina en la que la mascota de la instalación al aire libre es también el "huésped" más importante, la gamba de salmuera. Recogidos a mano y enriquecidos por nosotros hoy, frescos con ingredientes naturales y hierbas o blancos puros, directamente de las salinas. Sal de mar de Fuerteventura enriquecida, una ayuda de alta calidad, rica en minerales y sin refinar en su cocina, insustituible.

Sal de espuma de Fuerteventura y sus creaciones.

Sal molida, Flor de sal y premium sal, enriquecido con los productos más sabrosos y saludables de la vida cotidiana, como la pimienta al limon, hierbas aromáticas, algas marinas, flor de jamaica y setas (Boletus edulis).

Todos nuestros productos de esta categoría llevan impreso en el envase el nombre de origen, la garantía de pureza, los ingredientes y la fecha de fabricación. Nuestra sal de espuma de mar está estrictamente controlada. Cada uno de estos productos tradicionales de nuestra isla son una delicia y una experiencia gustativa sin parangón en el mundo. La sal de espuma de mar es naturalmente una sal muy seca que contiene cuarenta veces más potasio que cualquier otra sal, diez veces más magnesio y siete veces más sulfatos, además de oligoelementos únicos procedentes del mar como boro, estroncio, zinc, cloruros, sulfatos, potasio, calcio y manganeso. El producto tradicional tiene un sabor equilibrado y suave, de grano grueso que se disuelve rápidamente en la boca sin dejar sensación de sequedad.